Los que sirven para atar dos cabos entre sí.

Aquellos cuya función es atar o sujetar un objeto.

Amarres: pretenden ligar dos objetos entre sí.

Los nudos los podemos encontrar en todas partes, y tenemos varias situaciones donde usarlos:

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· En nuestro día a día, cuando nos atamos los cordones de las botas, la pañoleta, cerramos una bolsa o un saco, hacemos pulseras,…

· En la naturaleza, cuando montamos tiendas o hacemos construcciones como macuteros o vallas.

· En la técnica, más usados en actividades como herramienta de seguridad, como en escalada o rápel, o en náutica en las diferentes partes de un barco, pesca, caza, cirugía, …

Hay que tener en cuenta que hay nudos que se usan más en unas actividades que en otras, pero también debemos fijarnos en el tipo de cuerda o cabo que usaremos. No es lo mismo usar cuerda de pita, cordino o una cuerda reforzada con alambres. Dependerá de:

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· La tensión que va a soportar: Si sujetará algo que apenas se mueva (como una tienda) o un objeto en movimiento (como una persona haciendo puenting o un peso en un sistema de poleas)

· La utilidad: Por ejemplo: ¿se usará para sujetar un macuto, una persona en una hamaca o una caja pesada? El peso determinará si la cuerda debe ser más fuerte o menos.

· El material: Vegetal, sintético, animal o metálico.

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Hay que tener en cuenta que cada vez que hacemos un nudo en una cuerda, esta se debilita, reduciendo su resistencia incluso cuando ya hemos deshecho el nudo. Puede llegar a romperse en ese punto si la cuerda sufre mucha tensión.